El mito del amor romántico, un desafío en el viaje de la heroína.
Aunque se considera que el mito del héroe hace referencia a hombres y mujeres, desde hace unas décadas ha tomado fuerza la perspectiva de que el viaje heroico de la mujer guarda algunas particularidades que lo diferencian del viaje masculino.
Las mujeres se ven abocadas a iniciar el viaje del héroe, es decir, la afirmación de su propia identidad, en un contexto patriarcal que ha minimizado y denigrado lo femenino .Su fuente de identificación es valorada por el mundo externo de manera peyorativa, otorgándole connotaciones de debilidad, dependencia e irracionalidad.
La mujer se confronta entonces con el falso mito de la inferioridad femenina predominante en el patriarcado, que le dice además que no podrá ser feliz sino es al lado de un hombre,con el que tiene que comportarse de manera servil y complaciente.
El mito del amor romántico proclama que una mujer busca al padre, amante, salvador que le resuelva todos los problemas: en éste caso ella es presa de falsas nociones de realización:”Si encuentro al hombre adecuado, seré feliz”, “Si estoy con un hombre poderoso también yo tendré poder, puedo ayudarlo en su carrera, en sus negocios, en sus escritos..etc” , el mensaje subyacente es: no tendré que averiguar lo que yo quiero hacer, puedo vivir su vida. Los hombres cumplen la expectativa social de tomar a su cargo a la mujer y de evitarle tener que abrirse su propio camino. Con su promesa de complementarla y protegerla, perpetúan la creencia de que ella no necesita emprender un viaje heroico,de ésta manera, el sentido de sí mismo del hombre se ve reforzado rescatando a una mujer.
Las mujeres son educadas para esperar, siempre esperan, en la mayoría de los cuentos de hadas, la heroína es sacada de su estado de espera, de inconsciencia de manera instantánea y radical y es transformada en algo mejor, el catalizador de éste cambio mágico suele ser un hombre, un príncipe, sin embargo, lo cierto es que cuando ocurre realmente una transformación en la heroína, generalmente no es el resultado de un rescate externo, sino de un intenso proceso interno que dura largo tiempo.
Muchas mujeres que viven bajo el encanto de un amor ilusorio, quieren que sus maridos sean semidioses, que se encarguen de todos los asuntos corrientes: hipotecas, seguros, gastos del coche,decisiones en los traslados...De ésta manera no pueden ser culpables si ellos se equivocan.
La heroína habrá de tener el valor de desmitificar a su compañero y de tomar la responsabilidad de su propia vida. Tendrá que tomar decisiones difíciles y ganar su propia autonomía.
Cuando una mujer se libera de la creencia de que su realización depende de un hombre, puede encontrar un compañero que sea un igual, y disfrutar de un verdadero amor romántico.
Uma Zuasti.
Bibliografía:
Murdock, Maureen. 1993. Ser mujer: un viaje heroico. Madrid: GAIA.
Murdock, Maureen. 1996. La hija del héroe: una exploración del lado oscuro del amor paterno basada en la mitología, la historia y la psicología jungiana. Madrid, España: Gaia Ediciones.