DANZA Y MITOS
La danza es el modo de expresión primario que antecedió a la palabra y al mismo tiempo un elemento simbólico, conector del inconsciente colectivo y transmisor de la identidad cultural.
Es posible reconocer en ella dos dimensiones: individual y grupal, es decir el mundo interior y el mundo exterior compartido, en otras palabras, el ser individual y el grupal o comunitario. Según Kurath (1960) el estudio etnográfico de la danza es un método para comprender el lugar que la misma ocupa en la vida del hombre (Kurath 1960, citado en Kaeppler 1978).
Las danzas, como representaciones del imaginario colectivo en las sociedades no occidentales, integran frecuentemente los ritos que actualizan o representan los mitos, relatos de acontecimientos protagonizados por seres sobrenaturales o extraordinarios tales como dioses o héroes. Campbell (1991, 1993, 2002) estudió la importancia de los mitos en los comportamientos individuales y colectivos. Descubrió así que existen temas comunes en varias mitologías y religiones del mundo. Sus hipótesis se basaron en las ideas de Jung acerca de la existencia de arquetipos, es decir patrones en el inconsciente colectivo que constituyen un lenguaje común a los seres humano,s.
Uno de los primeros antropólogos que indagó el uso del cuerpo y el movimiento fue Marcel Mauss. Este autor sostiene que el modo en que los seres humanos aprenden a usar el cuerpo en cada sociedad -técnicas del cuerpo- es un medio importante de socialización. Estas técnicas pueden ser modeladas por la sociedad mediante la educación organizada y programada o bien surgir por imitación espontánea.
El cuerpo es el primer instrumento y el más natural que se manifiesta en las actitudes y en los movimientos (Mauss 1936, 1950)
La danza expresa el pasado de los pueblos y la construcción del futuro, lo sagrado y lo cotidiano, lo religioso y lo pagano como dimensiones de la vida, opuestas y cercanas al mismo tiempo. Cada grupo danza lo propio, que le permite construir su identidad, y también aquello que lo une a otras comunidades. Es importante enfatizar aquí el rol de los chamanes, quienes según Halifax (1982), transmiten a su pueblo a través de la canción y la danza, la naturaleza de la geografía cósmica que les ha sido revelada en sucesivos trances. Sostiene que los bailarines de mitos viven interiormente en un reino multidimensional que forma un continuo con la realidad ordinaria.
La danza refleja la historia individual y grupal, la sabiduría de cada uno y de todos los miembros del grupo. La danza es la expresión del mundo interno y externo, de los sueños y los arquetipos. En la danza el universo penetra en cada individuo y lo hace parte de la humanidad, reflejando a la vez lo que le es propio.
ferencias citadas
Campbell, J. 1991. El Poder del Mito. Barcelona: Emecé Editores.
Campbell, J. 1993. El héroe de las mil caras. Psicoanálisis del mito. México: Fondo de Cultura Económica.
Campbell, J. 2002. Tú eres eso: las metáforas religiosas y su interpretación. Buenos Aires: Emecé Editore
Halifax, J. 1982. Shaman: The wounded healer. New York: Editorial Crossroad.
Le Breton, D. 1990. Antropología del cuerpo y modernidad. Buenos Aires: Nueva visión.
Mauss, M. 1936. Las técnicas del cuerpo. Journal de Psychologie 32 (3-4). Comunicación presentada a la Sociedad de Psicología, 17 de mayo de 1934.
Mauss, M. 1950. Sociología y Antropología. París: Puf.